El incremento de precios del gas natural está afectando el índice de inflación de los EEUU hecho que no ocurría desde hace unos doce años.
El aumento de la inflación está obligando a la Reserva Federal a considerar la posibilidad de reducir el apoyo continuo hasta ahora otorgado a la economía. Entre tanto la crisis energética está poniendo nervioso a los inversores mundiales sobre el crecimiento económico y los altos precios.
Europa se prepara para el duro invierno que se avecina debido a los grandes saltos que reflejan los costos de la energía.
Europa se preocupa
El costo del gas natural al por mayor se ha disparado hasta alcanzar máximos históricos en el Reino Unido, Francia, España, Alemania e Italia. Las facturas de los hogares y las empresas ya se han disparado, y podrían subir aún más a medida que se acerque el frío y se necesite más combustible para la generación de electricidad y los sistemas de calefacción.
"Hemos visto enormes subidas de precios", dijo Dimitri Vergne, jefe del equipo de energía de la Organización Europea de Consumidores. "Es preocupante de cara al invierno, cuando el consumo de gas aumentará necesariamente".
Hay una compleja red de factores en juego. Una primavera fría agotó los inventarios de gas natural.
Reconstruir las existencias ha sido difícil, gracias a un salto inesperado de la demanda a medida que la economía se recupera de covid-19 y a un creciente apetito por el gas natural licuado en China. Rusia también está suministrando menos gas natural al mercado que antes de la pandemia.
China y su nueva estrategia política
Al ex presidente de Morgan Stanley Asia le preocupa que el impacto de las subidas de los precios de la energía en la complicada cadena de suministros de China sea el punto de inflexión.
"Hemos tenido problemas en la cadena de suministros durante el último año y medio. Han afectado a muchas materias primas y a la producción de los semiconductores; y ahora hay escasez relacionada con la energía y la electricidad en China", ha declarado al programa "Trading Nation" de 'CNBC'.
Roache comenzó a dar la alarma sobre los problemas de la cadena de suministros de China el año pasado, cuando el país intentaba hacer frente a los cierres del Covid-19. "Estábamos a un paso de que un fallo en la cadena de suministros provocara estanflación. Y eso parece estar ocurriendo, por desgracia", ha dicho Roach.
La estanflación se refiere a las presiones que empujan los precios al alza durante períodos de desaceleración del crecimiento.
"Es preocupante para las perspectivas económicas generales y plantea serias dudas sobre la sabiduría de las políticas de los bancos centrales, especialmente la de la Reserva Federal", ha declarado Roach.
El economista se ha mostrado crítico con la política monetaria de la Fed, y ha cuestionado la necesidad de un exceso de estímulos en medio de un escenario de fuerte inflación a largo plazo.
"La probabilidad de que los cuellos de botella (de la cadena de suministros) continúen desplazándose de una zona a otra, lo cual recuerda sorprendentemente a lo que vimos a principios de la década de 1970, sugiere que la inflación se mantendrá en estos niveles elevados durante más tiempo del que pensamos. La Reserva Federal ya está empezando a dar marcha atrás en su reciente opinión de que estas presiones se desvanecerán rápidamente", ha dicho Roach.
Si la estanflación se materializa, según él, podría coincidir con la temporada de gastos navideños. "El impacto se producirá principalmente a través del nivel de precios. Tenemos que examinar con mucho más cuidado los riesgos potenciales", ha declarado el economista.
Su última predicción se produce dos meses después de que advirtiera de que Estados Unidos y China estaban en las primeras fases de una guerra fría.
Según Roach, la relación sigue siendo conflictiva, ya que el impulso de la "prosperidad común" de China busca nivelar la riqueza. "El riesgo real es este potencial cambio de estrategia política", ha dicho Roach, cuya opinión es muy respetada en EEUU.
El economista Stephen Roach ha lanzado una gran advertencia: Estados Unidos puede estar en vías de colisión con una inflación similar a la de los años 70, cuando se produjo una gran crisis económica por la crisis del petróleo de 1973.
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